Lunes, 4 de diciembre de 2023 - Día de San Juan Damasceno presbítero y doctor de la Iglesia

Retiros y Convivencias

Es una experiencia personal de encuentro en Cristo con Dios, que llega a tocar lo más hondo de nuestra vida. Estos Ejercicios nos disponen a interpretar nuestras vivencias y la acción de Dios en nosotros, para poder discernir y elegir lo mejor, lo que sea “a mayor gloria de Dios”.

Desde la meditación, la contemplación de la vida de Jesús, el discernimiento y la conversación con quien da los Ejercicios, quien los hace descubre que Dios está presente en su vida, actuando en todas las cosas para favorecerlo. También reconoce los propios engaños, desordenes y tentaciones, para superarlos con la ayuda de la gracia y el consuelo de Dios que nunca le falta.

Los Ejercicios Espirituales surgen del proceso de conversión de San Ignacio de Loyola. Él quiso plasmar su experiencia para que todos pudieran recorrer este mismo itinerario de conocimiento y adhesión a la persona de Cristo. Fue observando su interioridad, tomando notas, de por dónde el Señor le había ido llevando, y elaboró una serie de «prácticas o ejercicios espirituales», con los que ayudar a que el Creador se comunique con la criatura y la criatura con el Creador.

¿Qué son los Ejercicios Espirituales?

“Son todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal y mentalmente y de otras operaciones espirituales”. (Ejercicios Espirituales 1)

Por ello es necesario disponernos para encontrarnos con nosotros mismos en toda sinceridad y honestidad, para dialogar con nuestro propio yo y, sobre todo, para dialogar con Dios con miras a la transformación del corazón.

Ejercicios en la Vida Diaria

Para aquellos que quieren crecer en su amistad con el Señor y quieren llevar la oración a la vida y la vida a la oración, Ignacio sugiere que una persona dedique un tiempo cada día durante unos meses, teniendo una conversación semanal con la persona que acompaña. Estos son «Ejercicios en la vida corriente».

Los hacemos sin dejar nuestras tareas, tomándonos un tiempo para que, en la escucha y el silencio, la Palabra de Dios nos vaya iluminando y transformando. En los Ejercicios Espirituales en la vida aprendemos a encontrar a Dios en nuestra vida, a descubrir su Palabra en nuestro interior y así, poco a poco, discernimos su voluntad.

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